Bicho raro

Pablo Pinto - Cesc Fabregas no es el mismo. O mejor dicho, el Arsenal es el que ha cambiado y el brillante jugador español el que lo echa de menos. Los 'gunners' han renovado muchas caras en su centro del campo y Cesc no termina de encontrarse cómodo. Dice sentirse "un bicho raro". De estar acompañado por Hleb (ahora en el Barcelona), Flamini (Milan) y Rosicky (lesionado) ha pasado a tener como socios a Alex Song (21 años), Denilson (20) y Wilshere y Ramsey, los dos últimos en llegar de 16 y 17 respectivamente.

Fabregas ha pasado de ser el 'chico maravilla' que se hacía un hueco entre los Vieira, Pires, Gilberto Silva y compañía, a tener que liderar a una panda de 'teenagers' para mantener al Arsenal entre los grandes.

Las quejas de Cesc se deben sobretodo a la influencia que ha tenido esta renovación en el juego del equipo. El Arsenal que maravillaba por su juego de toque se ha difuminado. Sigue siendo uno de los equipos que mejor fútbol practica, pero sus destellos se centran en momentos específicos de los partidos. No es un dominio absoluto. También repercute en su lucimiento personal. Trece goles hizo la mejor versión de Cesc el año pasado pero entonces "tenia más aliados en el centro del campo". Ahora le toca hacer unas labores de contenión que no disfruta igual.

Fabregas no confía en que con este nuevo Arsenal vaya a llegar muy lejos. Juró amor eterno a Wegner siempre y cuando fueran un equipo competitivo que se mantuviera en la lucha por los títulos. Las consecuencias del desencanto no han tardado en producirse.

Renovación en el aire
La prensa inglesa informa en los últimos días de una posible oferta de renovación declinada por parte de Cesc. El jugador español ha desmentido estas informaciones, pero la sombra de su malestar ya planea por el Emirates Stadium.

Si a esto unimos los constantes cantos de sirena que le llegan desde Barcelona y Real Madrid tememos tener un nuevo verano de portadas dedicadas al futuro de Cesc. Al tiempo.