El paso del tiempo hace olvidar rápido grandes gestas que siempre quedarán en la retina del buen aficionado al fútbol. Hace unos días veíamos como el
Blackburn Rovers de Mark Hughes le sacaba un empate al Arsenal en la FA Cup. Hoy el Blackburn es un equipo de media tabla que suele jugar año si año no en Europa y que
aún su presente sigue buscando un por qué del declive de una institución que tocó el cielo en 1995 cuando después de 81 años ganaron la liga.
Desde la creación de la Premier League en la temporada 1991-1992, ha habido sólo cuatro campeones; Manchester United, Blackburn Rovers, Arsenal y Chelsea. De todos ellos, la liga cosechada por el Blackburn en el 95 ha sido una de las más emocionantes, emotivas y sorprendentes de toda la historia de la liga inglesa. La Premier estaba reinada por la dictadura del United de Ferguson y Cantona que habían ganado las dos ligas anteriores.
El Blackburn estaba liderado por un Alan Shearer en plena forma mientras que en el banquillo estaba el carismástico Kenny Dalglish, toda una leyenda del Liverpool que formó uno de los mejores que equipos que jamás se ha visto en las islas.
En la portería estaba Tim Flowers, todo un portento bajo palos. El lateral derecho era el irlandés Jeff Kenna que acabó haciéndose con el puesto a final de temporada. Graeme Le Saux ocupaba el lateral izquierdo mientras que Henning Berg y Colin Hendry eran los dos centrales. El centro del campo estaba liderado por el capitán Tim Sherwood y por Mat Atkins. Las bandas eran para Stuart Ripley y Jason Wilcox. En la delantera, Alan Shearer que marcó 34 goles en la liga y el hoy jugador del Aston Villa, Chris Sutton que hizo 15. Un equipo que sólo pudo reinar un año y que el paso del tiempo vio como todas sus estrellas de entonces dejaban el club hasta que la temporada 98-99 el Blackburn tocó fondo y bajó a segunda división.
Walker y Dalglish fueron los artífices del milagro de Ewood Park
Dos años en el pozo al estilo del Atlético de Madrid en España y una vuelta a la élite que se hizo esperar.
Dalglish abandonó el club nada más ganar la liga y son muchos los que piensan que dejó medio trabajo por hacer. El conjunto de Ewood Park hizo el ridículo en la Champions en la 95-96 y
el traspaso de Shearer al Newcastle terminó de hundir una institución ahogada por la crisis económica y que lloró la muerte del presidente que hizo que todo fuese posible,
Jack Walker. El presidente falleció con el equipo en segunda, un triste final al hombre más querido en la historia del Rovers. En la temporada 2001-02, el Blackburn volvió a la Premier y ganó la Copa de la Liga, una luz al final del túnel en la historia del club. De aquel Blackburn ya no queda casi nada y hoy son muchos los que añoramos ese tipo de gestas.