La escudería de McClaren ni vence ni convence

Una apagada, gris, triste, sin ideas, sosa y rácana Inglaterra. Todos estos adjetivos le ha dedicado la prensa inglesa a la Inglaterra de McClaren tras la derrota ante una España normalita que en otras épocas se hubiese llevado un saco de las islas. Sin embargo, ese es un debate de as o marca, en Inglaterra lo que preocupa y mucho es la imagen que dan los hombres de McClaren.

El seleccionador de los pross lleva mareando al personal desde que llegó con sus extrañas alineaciones. Primero fue dejar fuera a Beckham sin dar explicación alguna, posteriormente puso a Gerrard en todas las posiciones menos en la que juega en el Liverpool y además desconfía del único portero serio que tiene Inglaterra, Paul Robinson, que lleva ya tres partidos fuera del once inicial. Si a todo esto le añadimos el empate en casa ante Macedonia, el futuro de Inglaterra se presume complicado.

Otro debate es saber ubicar a Lampard y Gerrard en el centro del campo. No debe ser tan complicado colocar a dos grandes futbolistas, o eso creo desde la distancia, todo un seleccionador inglés debería saber hacerlo. En la delantera, Crouch puede que esté en forma pero nunca debe ser el único delantero del equipo como lo ha sido hoy ante España. Inglaterra no puede ser un equipo que se dedique a enviar sandías a un tío de 2,02 por muy alto que sea. El próximo 22 de marzo los ingleses están obligados a vencer y convencer en su partido clasificatorio ante Israel. Otra derrota dejaría sentenciado a McClaren que no hace gala de su apellido ya que su escudería no arranca ni a la de tres.