Aprobado el trámite kazajo

Rodrigo Marciel.- El guión del Inglaterra-Kazajistán tenía escrito lo siguiente: tarde fácil, algo aburrida y sin problemas para el equipo de Capello. Así ha sido el partido de Wembley donde más de uno habrá echado una cabezada en la primera mitad y otros habrán intentado adivinar de que han jugado Gerrard y Lampard. La falta de motivación habrá sido una de las claves de haber visto a una Inglaterra algo gris y excesivamente práctica en los primeros cuarenta y cinco minutos. Capello sacó lo mejor que tenía e incluso en la segunda parte hizo un cambio ofensivo dando entrada a Wright Phillips por Barry pero debe ser complicado enchufar a estos jugadores para salir con más ganas contra los kazajos. Sin embargo, lo que está claro que esta Inglaterra no va a sufrir tardes como aquella de Macedonia en Old Trafford. Dos goles a balón parado para abrir la lata y luego todo ha llegado solo con un Rooney bastante acertado. A pesar del 5 a 1 final los kazajos han sido un digno rival e incluso aprovecharon la relajación de Ashley Cole para inquietar con el 2 a 1 a la grada londinense.

Gerrard y Lampard
La gran atracción del encuentro era ver el regreso de Gerrard con Lampard en el mismo once. Los dos han jugado bastante juntos. Gerrard se ha alejado algo más de la media punta pero ha sido una especie de intercambio de posición durante los 90 minutos. Ashley Cole ha tenido toda la banda izquierda para él, Walcott se ha tirado a la derecha y Barry ha cubierto las espaldas de Gerrard y Lampard que han jugado sin el centrocampista del Villa en la segunda parte. En las faltas se han turnado con mayor protagonismo para Lampard mientras que Gerrard ha sido más incisivo aunque con poco acierto. Inglaterra sigue por la senda de la goleada y parece que por fin tendrán una fase de clasificación tranquila. Los partidos ante Ucrania y Croacia servirán como verdadero test a esta selección. El miércoles espera Bielorrusia, un rival más complicado pero lejos de la calidad de la selección inglesa. Hacía tiempo que los ingleses no vivían tiempos tan relajados, Capello tiene la culpa.