N'Gog, sueño de una siesta de verano

Hace exactamente un año menos cinco días, en una calurosa tarde de verano como la de hoy y recién despertado de la siesta me puse a hacer zapping. Y me encontré con la grata sorpresa de que estaban retransmitiendo la Emirates Cup, en concreto el partido entre el Valencia y el Paris Saint Germain. Era una buena ocasión para ver los refuerzos que había hecho el por entonces equipo de Quique Sánchez Flores. Pero no hubo forma, el Valencia no rascó bola, superado en todo momento por unos desconocidos que como flechas negras se volcaban sobre la portería de Hildebrand. En el PSG no estaba jugando ninguno de sus futbolistas habituales, ni Pauleta, ni Rothen, ni Luyindula ... y en su lugar estaban un tal Shankaré (dorsal '27'), un tal Diané (nº 11) y uno que me llamó la atención por encima del resto: David N'Gog (número '14' en aquel partido).

Futuro

Hay veces que cuando ves un torneo de chavales o europeos y mundiales 'subs' te quedas con nombres de jugadores que crees que pueden llegar lejos. Con Pennant en un Europeo sub'16 me pasó lo mismo, y aunque ha llegado a la élite, no lo ha hecho con la suficiencia y el desparpajo que apuntaba. Y eso pasó hace un año con N'Gog. Sus movimientos sobre el campo eran los mismos que los de los inicios de Henry y Trezeguet en el Mónaco, o a los de Anelka que salió del propio PSG. Con 18 años en aquel momento, rozó la perfección dando una asistencia y anotando un tanto en un primer tiempo de ensueño.

La crisis del PSG, en su contra

En los primeros compases de la temporada siguió demostrando su nivel, haciendo por ejemplo un doblete en la Copa de la Liga en Francia. Pero alguna lesión y sobretodo lo dura que se puso la situación para los parisinos, que se salvaron en la última jornada con Pauleta llorando a moco tendido, cortaron un poco su meteórica progresión. Eran partidos para futbolistas ya hechos. N'Gog disputó su último partido oficial el 16 de abril. En total disputó catorce partidos en la Ligue One, ocho de titular y seis de suplente, anotando un único tanto. Desde luego no fueron sus cifras lo que llamó la atención de Benítez, sino su planta (1'90), su habilidad con el balón en los pies, los desmarques que tira... En definitiva, sus hechuras de futuro gran futbolista.

Si a todo esto le añades que va a entrenar a diario codo con codo con Fernando Torres y bajo la atenta mirada de Benítez, N'Gog tiene una pinta tremenda para dentro de un par de temporadas. De momento, se trata de un maravilloso proyecto de futbolista.