Los siete son magníficos en Old Trafford
El siete es el número del éxito en Old Trafford. Desde que George Best lo hiciese famoso con la roja de los red devils allá por la década de los 60, ese número siempre ha estado ligado a varios de los mitos del Manchester United. Todos ellos reúnen carecterísticas similares entre las que destacan la calidad, la popularidad, el carisma y la polémica que suele acompañar a las estrellas de todos los grandes equipos. El mítico George Best fue el primer siete que idolatró la afición del United. Un jugador que ha dejado para el recuerdo no sólo su espectacular fútbol sino sus grandes frases y sus excesos con el alcohol. Hasta hoy, son muchos los que aseguran que Best es el fútbolista con más talento que ha vestido la camiseta del United. Su retirada dejó un vacío no sólo en lo futbolístico sino en lo espiritual ya que el Manchester perdió todo un icono convertido en mesías con el siete como símbolo.
Robson en tiempos difíciles
En los 70, el United experimentó una crisis que llevó incluso al equipo a descender a segunda división. Los tiempos de Busby, Charlton y Best quedaron muy lejanos y las borracheras de éxito dieron paso a la ley seca de trofeos. El Liverpool empezaba a triunfar y no fue hasta comienzos de los 80 cuando el Manchester empezó a sacar la cabeza y encontró a otro siete como ídolo. Best tenía su sucesor en Bryan Robson, no tan vertical como Best pero sí con un enorme talento y reconocido como uno de los mejores jugadores que ha dado nunca Inglaterra. Sin embargo, las lesiones y el resto del equipo no acompañaron en sus inicios hasta que Ferguson llegó en 1986. Noventa veces internacional con Inglaterra, Robson acabó su carrera en Old Trafford justo cuando el gran United de Ferguson empezaba a brillar. Cedió su número siete a un tal Eric Cantona que llegaba del Leeds para acompañar a Mark Hughes en la delantera. Robson y Cantona protagonizaron no sólo el relevo del siete sino también el relevo de la magia, la capitanía y la leyenda de los red devils.
Era Ferguson
Tanto Robson como Cantona formaban parte del equipo que ganó las dos primeras ligas del United después de 26 años de sequía. Cantona ejerció de auténtico salvador de una entidad que basó su proyecto en su figura. Tenía las dos caras de George Best y sobra decir que su carácter le jugó más de una mala pasada. A pesar de sus eternas polémicas, Cantona era el alma de ese Manchester y continuó con la leyenda del siete. Su cuello subido, su arrogancia y sus goles dejaron un recuerdo imborrable en el United. Una vez más el siete como número y un sucesor a la espera.
Becks se fue y llegó Cristiano
David Beckham emergía como una de las figuras de la cantera del United cuando Cantona decidió retirarse en 1997 dejando vacío el puesto del siete. Becks heredaba el número de la suerte con éxito similar al de sus predecesores aunque con menos calidad que ellos. El siete ganaba en carisma y perdía algo de fútbol aunque la leyenda permanecía. Curiosamente, en el verano de 2003, momento en el que Beckham abanonó el United, Ferguson fichaba a Cristiano Ronaldo. Muchos dudaban de que su fútbol estuviese a la altura de los mitos del siete. Ahora, sobra decir si ha sido un acierto o no. El siete en el Manchester sigue perteneciendo a una estrella y en estos momentos pertenece al mejor jugador del mundo. Best, Robson, Cantona y Beckham pueden estar orgullosos. El quinto siete también es ya una leyenda.
3 comentarios:
Falta uno que aunque no jugaba con el 7 era tan bueno como esos Dennis Law
@ enelfondohaysitio
cierto , un grande law pero como dices no llevaba el siete
Ya se echaba de menos alguna entrada mas historica, una victoria para esos a los que nos gustan la estadistica y las curiosidades.
Un saludo.
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