Spain is different

No se ni que decir, ni que escribir ni que contar. Prometí no enfadarme, no ilusionarme, no creer ni contagiarme de la afición. Confieso haber caído haber visto una selección diferente pero no. Somos el Atlético del Mundial me comentaba una aficionado en Colón. Vi los toros desde la barrera cubriendo todo lo que sucedía en la Plaza de Colón de Madrid.

La gente más ilsuionada que nunca pero en la pantalla la misma historia de siempre. Entre los periodistas españoles que acudimos a la concentración reinaba la sensación de que esto se nos iba, que eramos la misma constelación de buenos jugadores pero que el peso de la historia nos volvía a jugar una mala pasada.

Aún así sigo sin entender que Turquía y Corea en el 2002 llegasen a las semifinales y nosotros no, que también lo hiciese Croacia en 1998 o Bulgaria y Suecia en el 94. Se demuestra así que las semifinales no son un coto privado donde solo puedan cazar los grandes combinados de toda la vida, se demuestra que España no lo es pero si tiene que hacerlo algún día como una segundona cualquiera como así lo era Turquía en el 2002. Sudáfrica próxima estación, a ver si va a resultar que el maleficio está en el resto de continentes, tendría guasa la cosa.